CARACTERÍSTICAS Y VIRTUDES PARA SER UN LÍDER
Por: Lucy Medina Velandia. La Real Academia Española define la palabra líder así: “Persona a la que un grupo sigue, reconociéndola como jefe u orientadora”. Muchas son las características y virtudes que debe tener una persona considerada como el líder de un grupo; entre las que se mencionarán aquí. Algunas se consideran las más importantes.
Un líder es una persona segura de sí misma, sabe lo que quiere en lo personal y profesional, es consciente de sus debilidades para orientarlas positivamente y de sus fortalezas para potenciarlas; le gusta el riesgo, no se asusta con facilidad, tiene carisma, aprende a desarrollar sus talentos y capacidades, es entusiasta, perseverante, disciplinado y tiene gran capacidad de trabajo, es proactivo, dinámico, osado y, sobre todo, le gusta el trabajo en equipo y en equipos multidisciplinarios.
Otras características primordiales abarcan la lealtad, la sinceridad, la integridad. Los líderes se ganan el respeto de las demás personas, son constantes en sus actuaciones y despliegan unas enormes ganas de aprender continuamente. No se creen únicos, sino que reconocen que existen otros líderes quizá con mayores capacidades y son capaces de aprovechar las sinergias entre ellos; son conscientes de que la unión hace la fuerza y que varias cabezas piensan más que una; les gustan los nuevos retos y sienten pasión por lo que hacen y por la vida.
Los líderes tienen una gran capacidad de comunicación con las personas y la posibilidad de influir en los demás para poder dirigirlos. Es capaz de ponerse en el lugar del otro, pues de esta manera le quedará más fácil conocerlo y comprenderlo; de hecho, esta actitud lo llevará a mejorar la comunicación con los demás. Como es una persona a la que le gusta el trabajo en equipo, comparte ideas y da la posibilidad que el grupo permanezca unido y que se ejecuten todas las actividades propuestas para cumplir los objetivos.
Ser líder no significa solamente ser el jefe; implica que sus instrucciones sean ejecutadas por el equipo, teniendo como premisa que éstas son lo mejor para el equipo. Una persona que sólo es líder, es un líder solo, debe tener presente que requiere de gran esfuerzo personal y de la colaboración de los otros para potenciar sus objetivos y el de la empresa.
No todos los seres humanos nacen para ser líderes; todo dependerá de sus estudios, ambiciones, ganas, características como ser viviente; también del conocimiento profundo que tenga su sí mismo; pero, una vez conozca sus fortalezas, deberá ponerlas al servicio propio y aplicarlas en sus actividades diarias.
Entre otras características ineludibles de un líder se encuentran la claridad de sus ideas, las convicciones firmes y profundas; con ellas sabrá conducir al grupo a donde debe, con unos sólidos principios que le permitirán tomar decisiones acertadas y orientadas a conseguir los objetivos propuestos.
La prudencia es, quizá, una de las características más importantes del líder. Debe además revisar constantemente los aciertos y desaciertos, las acciones y las decisiones; esto le permite reflexionar, hacer un alto, examinar lo logrado y lo que falta por ejecutar con el fin de realizar un buen plan y llevarlo siempre de la mano con el equipo de trabajo. Deberá también tener presente quiénes de su equipo de trabajo se están saliendo del camino y de lo planeado; de esta forma, podrá tomar decisiones rápidas que no afecten el buen trabajo del resto.
Los líderes se enfrentan con adversidades, contradicciones, oposición de los demás y muchas veces de su mismo equipo de trabajo; por ello, debe predominar en él la fortaleza; si logra tener a flor de piel esta virtud, podrá resistir los fracasos, recuperarse y emprender nuevos retos hasta conducir a su equipo, con un fin común y muy claro, al éxito. Para lograrlo, requerirá de perseverancia, buen juicio y una pizca de malicia indígena con el fin de percibir quién o quiénes de su equipo no están de acuerdo con los objetivos propuestos para hacer los ajustes necesarios; de otra forma, se dilatarán las tareas y acciones.
Como líder, es por defecto un negociador, deberá tener habilidades retóricas y persuasivas que le permitirán comunicarse con los demás y ser claro en sus objetivos. El líder negociador tiene entusiasmo, persuasión convicción, es hábil en la comunicación y muy buen observador; de esta forma interpreta el estado del interlocutor y puede usarlo a su favor. Es flexible y sabe escuchar, pero no es confiado; sabe establecer límites claros y seduce. Para ser un buen negociador deberá tener una formación integral.
Existen otras características y virtudes muy importantes y más intrínsecas, que son la alegría de vivir y desarrollarse, así como la esperanza, el espíritu de servicio dirigido a los demás y el sacrificio; estos dos últimos elementos lo convertirán en un mejor ser humano. Un líder debe ser generoso y estar dispuesto a enfrentar desafíos de toda índole. El líder solidario y caritativo está en el camino del amor a los demás, del servicio: esto lo llevará a sentirse mejor consigo mismo, pero no deberá aparentar, sino sentirlo de verdad, desde el fondo de su corazón.
El líder propende por cambios y deberá ver que funcionen realmente. No importa si los cambios son costosos, debe considerar si realmente valen la pena; no deberá esperar a que la competencia se adelante, sino creará oportunidades y se anticipará a los posibles cambios que llevarán al éxito; es decir, creará caminos para llegar al objetivo anhelado; para ello albergará en su cerebro imágenes positivas que le ayudarán a lograrlo. El líder planea sus actividades y dedica gran parte de su tiempo a la organización y planificación; tiene pensamientos positivos y se dirige a la concepción y desarrollo de ideas. Pero lo más importante es que no descansa hasta llevarlos a la práctica, con gran confianza para lograr los objetivos.
Aunque no todos los seres humanos nacen para ser líderes, deberán descubrir que sí hay oportunidades en las cuáles lo serán; no necesariamente para trabajos administrativos o de gestión, sino que en la vida cotidiana deberán desempeñarse como tales en pequeñas actividades.
Una frase muy popular y que encierra gran parte de las ideas planteadas en este pequeño escrito, “La vida es simple, y son los hombres quienes la complican”.